Bertha Benz
¿Sabías que la primera persona en realizar un viaje en automóvil fue una mujer?
Bertha Benz condujo durante 180km entre Mannheim y Pforzheim, en Alemania, a bordo del vehículo que había creado junto con su marido, el Benz Patent Motorwagen.
Bertha fue una mujer adelantada a su tiempo y alejada de los convencionalismos del siglo XIX, que no permitían estudiar a las mujeres. Ella estudió y aprendió mecánica en el taller familiar junto a su padre. Además, cuando se casó, decidió invertir el dinero de su dote en financiar el proyecto de su marido Carl Benz, que en 1886 presentó la patente de su primer vehículo de motor y tres ruedas. Curiosamente la gente no estaba interesada en el invento que poco después revolucionaría la sociedad. Desesperado, Carl empezó a darse por vencido hasta que su esposa hizo algo que cambiaría el rumbo de sus vidas y del transporte. Bertha subió a sus hijos al prototipo y emprendió viaje hacia Pforzheim, dejando una simple nota a su marido.
Bertha partió al amanecer del 5 de agosto de 1888 con Eugen y Richard, enfrentándose a diferentes problemas durante su largo trayecto. Entre otras cosas Bertha necesitaba parar a repostar cada cierto tiempo para encontrar ligroína, el disolvente de petróleo imprescindible para el funcionamiento del automóvil. Una farmacia de la ciudad de Wiesloch le proporcionó el líquido para poder continuar su viaje, ya que el deposito tenía una capacidad inferior a cinco litros.
Desde su casa a la de su madre, el camino estaba compuesto de varias subidas y bajadas y el prototipo no tenía suficiente fuerza, por lo que junto con sus hijos tuvo que empujar el automóvil en varias ocasiones. Además, hizo varios arreglos con los medios que tenía a su alcance: desatascó una válvula obstruida con un alfiler de su sombrero, cubrió un cable eléctrico pelado con una liga y arregló el sistema de ignición con una pinza del pelo. Bertha encontró una solución para cada una de las dificultades que le planteó el viaje. Conocía tan bien el funcionamiento del Benz Patent-Motorwagen, que sabiendo que el automóvil utilizaba un sistema de termosifón para enfriar el motor, paraba en cada fuente que encontraba en el camino para añadir agua fresca y refrigerar el mecanismo del vehículo.
Junto con sus hijos llegó a su destino más de doce horas después, un día completo en el que Bertha solucionó los problemas del prototipo y del que la prensa se hizo eco de aquella hazaña rápidamente. Era sin duda la publicidad que el prototipo y los Benz necesitaban. Este viaje y los incidentes que surgieron, ayudaron a la mejora del prototipo y a la creación de nuevos dispositivos importantísimos en la actualidad. Uno de esos dispositivos fueron las pastillas de freno que Bertha inventó al añadir a los débiles frenos de madera unas suelas de sus zapatos.
Bertha Benz se convirtió, de esta manera, en la primera persona en realizar un viaje en coche. Hoy en día se puede seguir la ruta que siguió desde Mannheim hasta Pforzheim, y su regreso posterior. Esta ruta es conocida como la «Bertha Benz Memorial Route». Es un trayecto de 194 kilómetros, los mismos que recorrió en 1888 la intrépida Bertha. Durante la ida, es posible hacer una parada en la farmacia de Wiesloch. Pero quizás el punto más importante para cualquier entusiasta del automovilismo es su paso por el circuito de Hockenheimring, donde en la actualidad se celebra Gran Premio de Alemania de Fórmula 1 y el de GP2.
A raíz del viaje de esta atípica mujer, otros investigadores siguieron estudiando sobre el automóvil y mejorándolo hasta como lo conocemos hoy en día.
Esta y otras curiosidades forman parte de ¡En movimiento! Los medios de transporte en el siglo XIX, visita guiada que realizamos durante la Semana de la Ciencia 20 en el Museo del Romanticismo (Madrid)

Texto: Javier Ortuño. Historiador del Arte por la Universidad de Murcia.